miércoles, 1 de septiembre de 2010

LOS ESCAPARATES ROJOS. La National Gallery recrea el barrio rojo




Por desgracia esta exposición ya se hizo. Fue de noviembre de 2009 a febrero de 2010. Aun así me gustaría informar sobre lo que nos hemos perdido.


La National recrea en su interior y a tamaño natural el ambiente taciturno y sexual de las polémicas calles del Barrio Rojo de Ámsterdam. La instalación de The Hoerengracht, realizada entre 1983-88 por los artistas estadounidenses Ed Kienholz y Nancy Reddin Kienholz consiste en una realista recreación de los escaparates en los que se ofrecen las prostitutas. A partir de maniquíes y objetos recopilados de mercadillos y rastrillos para fomentar un ambiente decadentista, estos artistas nos trasladan al mundo de la noche en uno de los oficios más viejos de la historia.

En un intento de recordarnos que el tema de la prostitución no es nuevo ni en el arte ni en la National Gallery, el comisario de la muestra, Colin Wiggins, ubicó a la entrada de la exposición cuadros de maestros holandeses del siglo XVII como Hombre que ofrece oro y dinero a una muchacha, de Godfried Schalcken. Según Wiggins, estas escenas han sido purificadas y neutralizadas por el manto del arte. "Estamos acostumbrados a sacralizar lo que tiene más de 300 años de existencia, se encuentra enmarcado y lo custodian guardias que imponen silencio, pero lo cierto es que el tema de la prostitución y el sexo está presente en toda la pintura occidental", dice Wiggins a ABC.

La idea de la creación de dicha obra surgió de un viaje de la pareja a la capital holandesa, y una visita a susodicho barrio. Ed no era la primera vez que veía algo así, puesto que también se inspiró en el burdel Roxys que había en los años 40 en el estado de Nevada.

Un hecho curioso es que todas las maniquís tiene sobre su rostro una ventana (marco metálico) de cristal que se abre y se cierra, representando así la mecanicidad del oficio. Está la prostituta muy joven e inexperta, que mira asustadiza a través del escaparate que más que exhibirla parece encarcelarla; está la trabajadora sexual que hojea distraídamente una revista a la espera del próximo cliente; y la prostituta decadente, rodeada de basura, que espera con lágrimas en los ojos pero con actitud desairada a ser el uso y provecho (o deshecho) de alguien una noche más.


Como curiosidad me gustaría decir que la Tate Modern echó una mini bronca a la National puesto que el acuerdo entre ellas es que la primera expone todo el arte a partir de 1900 y la segunda lo anterior a esta fecha, y esta expo es de 1983-88. ¿Se prostituye la National? Las críticas han hecho eco a los ojos de los más conservadores que ven este tipo de exposiciones indignas del museo nacional conservador.

Por mi parte es una auténtica lástima haberme perdido esta joya...